Que el pelo estropeado como consecuencia de exponerlo a las radiaciones solares, el viento, el salitre y el cloro de las piscinas no se le convierta en un dolor de cabeza. Estas agresiones que lo tornan marchito, oxidado, seco o con exceso de grasa, incontrolable por el frizz y con el color alterado, se pueden tratar con rápidos y efectivos rituales.

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Los protectores que se usan para cuidar el pelo mientras se expone al sol cuando disfruta actividades al aire libre o acuáticas son un buen recurso para evitar el maltrato de las fibras capilares. Se aplican de la raíz a la punta y se puede hacer varias veces de acuerdo con la frecuencia con que lo exponga al agua y el sol.

Champú + mascarilla, ¡qué matrimonio!

Ayuda a retirar los residuos del protector, de sal y cloro. Pero si quiere recuperar la sedosidad, complemente con una mascarilla mientras está en la ducha. Hágalo de medios a puntas, según su tipo de pelo, y más si lo ha sometido a procesos químicos.

Antes de secarlo…

… con secador, plancha o al natural, aplique un texturizante que lo nutra y proteja de los efectos del sol. Hay gamas de este tipo de productos, que lo protegen del calor y ayudan a darles forma y movimiento a los peinados.

Champú + óleo: nutrición intensiva

Es la combinación perfecta, especialmente para el pelo más seco y maltratado. Una de las características de los champús con óleo es que los hay espumosos a base de aceite, que además de aportar agentes nutritivos y protectores de acuerdo con el nivel de resequedad capilar, tienen una dosificación interesante de los ingredientes. Por ejemplo, para el pelo seco se desarrolló una tecnología de aceites con textura ligera y clara que lo hidratan y suavizan sin saturarlo. Para los más secos los hay con nutrición más profunda que recuperan cada fibra desde la raíz, gracias a sus texturas más cremosas y su mayor concentración de aceites nutritivos y protectores. Además, están cargados de aromas y texturas especiales.

¿Iluminaciones alteradas?, que no la opaquen

Quienes tienen high lights, mechones o iluminaciones se quejan de que su color se altera tras exponerse al sol, porque se oxidan o lucen verdosas. La solución: usar una mascarilla con tecnología para cabello sensibilizado y mechas, que lo cuidará en el lavado. Las protegerá aún más si echa mano de un protector solar para cabello sensibilizado y con color.

El tono verdoso se presenta, especialmente, por el agua de las piscinas. “Lo mejor es lavar muy bien el cabello e hidratarlo después de nadar, y si la coloración persiste, aplique un champú matizante o enjuague, que aportan pigmentaciones magentas y ayudan a devolver el tono cenizo o dorado rápidamente”, recomienda Marisol López, estilista oficial de Avon Colombia.

¿Rizos o crespos alborotados?

Estos cabellos generalmente son secos y, como sufren de frizz por carecer de grasa natural, en lo posible no deben lavarse diariamente. Use productos con aloe vera y manteca de karité, que reparan las zonas más dañadas. “Y aléjelo del agua caliente ya que esta genera más dilatamiento de las cutículas y lo tornará más rebelde y frágil”, apunta Carolina Viera, de Natura Cosméticos.

Para pelo seco, ¡flores!

Las colombianas se quejan de resequedad en el pelo, según un estudio de Hair Care U&A realizado por Ipsos. El 15 por ciento de las encuestadas declara sufrirla, mientras que el 32 por ciento menciona la nutrición como una característica asociada al cabello ideal.

Los óleos son una buena salida para este problema, y ahora se encuentran gamas completas de productos de este tipo. Los hay extraídos de flores como la rosa, que regenera; la manzanilla, que ilumina y suaviza; el lino, que ilumina y fortalece; el loto, que suaviza y alisa; el tiaré, que humecta y purifica, y el girasol, que nutre y tiene propiedades antioxidantes.

Después de lavarlo y aplicar un tratamiento en ducha para cabello seco, use un texturizante para nutrir los medios y puntas, como los de marcas profesionales. Cuando el pelo esté seco, aplique un elixir para repeler la humedad y nutrirlo todavía más.

‘No puedo con tanta grasa’

Pese a que el pelo graso es mucho más resistente, su apariencia no es tan agradable y luce así “por el exceso de producción de las glándulas sebáceas”, explica Liliana Castillo, jefe técnica de Kérastase. El abuso de protectores capilares, mascarillas (se recomienda usarlas una vez a la semana), aceites y siliconas agrava el problema. Por eso dosifique su uso y prefiera champús translúcidos, ligeros o que contengan un agente de limpieza especial para retirar excesos.

Existen “lociones reguladoras y algunas ampolletas que restauran sin recargar el pelo”, dice Carolina Vieira, asesora de imagen de Natura Cosméticos. Las algas, la camomila, la ortiga y el romero regulan la grasa capilar y calman el cuero cabelludo.